Estoy tan desesperado, que ni el dolor de mi cuerpo, hace
que pueda sentir nada más.
Mis huesos crepitan tanto, que cada crepitación es un
quejido afligido.
El dormir ya no existe y el descansar ha desaparecido de
esa manera el cansancio llego como llega un desesperanzado suspiro.
Mis sueños están muertos y hay muertos en mis cortos
sueños.
Respirar es un suplicio, cada intento de coger aire es
como pegarle martillazos a la jaula de mi corazón, haciendo que mis latidos se
revolucionen creando un estadio de ansiedad que no me abandona.
Andar se ha convertido en una constante lucha entre mis
piernas y pies contra mi voluntad, no hay paso que no duela ni intento que no
sienta aunque sienta que no puedo mas.
Sentarme no puedo y estar de pie con tanto dolor no consuela un extenuante sufrimiento que jamás me
abandona.
Mi cabeza estalla de dolor, mis brazos son como cables
electrificados, mi espalda esta como rota y mi mandíbula ya no puede masticar
sin llorar, pero cara al mundo sonríe.
Ahora ya no entiendo cómo me mantengo en pie pues casi
todo de mi no funciona o mal funciona.
Tengo tanto dolor que ya no me salen lagrimas, solo tengo
expresiones para aquellos que ven un cuerpo en pie.
Ahora solo tengo una muerte prematura que nadie ve pero
que a mi solo y solo a mi, me mantiene sin matarme muerto en vida.
JM.PASAL
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