He visto a tantas
personas llorar y de tantas formas diferentes, que prefiero una lagrima sincera,
que cien mil lagrimas para hacer creer que eres quien no eres.
He visto tantos
silencios, que prefiero un murmullo desesperado, que mil palabras sin sentido.
He visto a tanta
gente enamorada ante el mundo y que sin mundo no sabían enamorar, que prefiero
amar y no ser amado, que me amen y me desarmen.
Porque yo, ya del amor no vivo.
He visto tanto dolor, he sufrido y sufro tanto, que ya no quiero ánimos sin resultados.
He visto y acariciado
tanto la muerte como la vida, que ya confundo si estoy vivo o muerto.
He visto tantas
formas y tantas maneras de amistad que solo se quedaron en el egoísta mundo de
sus inseguridades, entendíendo que la amistad
no solo no existe, si no que para darlo todo a cambio de nada, no hace falta
ponerle el nombre de amistad, pues no todos podemos decir, que sin pedir nada, somos un trocito de mi dentro de ti siempre.
He visto tantos
hermanos de sangre, que sin sangre me han dejado.
He visto tanto y
tanto he visto, que ya mis ojos se cegaron para no ver lo que no existe.
He saboreado
tanto y tantos sabores, que ya mi gusto
ha dejado de gustar por no gustar lo que otros gustan.
He tocado tanto y
tanto he tocado, que ya no puedo tocar algo que no existe.
He vivido tanto y
tanto he vivido que ya no quiero querer, ni ver, ni oír, ni tocar a nadie ni a
nada en este difícil mundo, ni amar al viento enamorado que pasa por mi lado y
solo deja un poco de aire.
He visto que solo yo
soy lo que quiero, sin mendigar nada ni a vivos ni a muertos, que ya no soy más
que lo que soy, muñeco roto o quizás, y será
lo más seguro, lo que los demás quieran
ver creer y afirmar, saber quién soy y
lo que soy.
Por tanto y tan
poco gracias por nada de lo que soy, y seré.
JMPA
(2016)