Atrapado en plena pena,
se clausuro lo que se daba y empezó a darse lo que se acabó,
hoy de mí partió el ángel y me convertí en lo que soy.
Ángel caído,
herido por la simple pena del querer y por querer,
hundido en la condena del silencio de su corazón.
Servidor del paraíso inerte de aquel que le dio el amor y sin más se lo quito.
Ángel caído del abatido responso que sin fin utiliza para reconstruir un corazón despedazado.
Caído, abatido, el guerrero del alma perdió la batalla.
En este momento,
no hay mas despedidas ni balanzas,
ni compañeros, ni amores considerados.
Ya no quedan otras despedidas sinceras,
ni esperas engañosas,
ni tan siquiera hay pétalos,
que deciden el sí o no de un amor los siete días de la semana.
El ángel perdió y se convirtió en lo que es.
El ángel ya no es guerrero de nadie.
Ya la pena le hiere y le duele.
Ya sin alma deja que querer.
Y se convierte en el ángel caído de mi corazón.
se clausuro lo que se daba y empezó a darse lo que se acabó,
hoy de mí partió el ángel y me convertí en lo que soy.
Ángel caído,
herido por la simple pena del querer y por querer,
hundido en la condena del silencio de su corazón.
Servidor del paraíso inerte de aquel que le dio el amor y sin más se lo quito.
Ángel caído del abatido responso que sin fin utiliza para reconstruir un corazón despedazado.
Caído, abatido, el guerrero del alma perdió la batalla.
En este momento,
no hay mas despedidas ni balanzas,
ni compañeros, ni amores considerados.
Ya no quedan otras despedidas sinceras,
ni esperas engañosas,
ni tan siquiera hay pétalos,
que deciden el sí o no de un amor los siete días de la semana.
El ángel perdió y se convirtió en lo que es.
El ángel ya no es guerrero de nadie.
Ya la pena le hiere y le duele.
Ya sin alma deja que querer.
Y se convierte en el ángel caído de mi corazón.
JM.PASAL.