Escucho el silencio de mi dolor y el ruido de las
amistades que dicen comprender lo que ni tan siquiera yo entiendo. Tan oscuro es mi mutismo que parece molestar a
cada una de esas personas que dicen conocerme. Ahora me escucho y veo que a
nadie le importa mi estado, e incluso les incomoda. Amigos que hacen sentirte
peor de lo que estas, haciéndote culpable de tu silencio. Amigos que se hacen
victimas de tu silencio, amigos que dicen hola tan solo por escuchar al payaso
de sus ferias y poder quitarse con él, momentos de insatisfacción.
Ahora dejo pasar los días sin divertir a nadie y sin ser
la marioneta de ninguna voz que con sus mensajes te hacen sentir el monstruo
que no eres.
En muchos momentos pienso si es sencillo olvidar sin
mirar hacia atrás.
Tengo amigos de muchas clases, los que respetan tus
tiempos los que no entiende más que su estado, los que no piensan más que en
divertirse a tu costa, los que dicen conocerte sin hacerlo, los que utilizan su
interés para interesarse y los que dicen estar y no están nunca.
Escucho el silencio de mi dolor y nadie lo ve.
Tan oscuro es mi mutismo que parece molestar.
Ahora me escucho.
